Llegamos a la industria petroquímica por estar toda la vida vinculados a la industria química. Mi padre un gran innovador y mi madre siempre pujando junto con él, nos inculcaron a los 4 hermanos la idea de que “todo se puede hacer”.
Corría el año 1983, veníamos de tener dos empresas pequeñas del área de aditivos para el tratamiento de agua y de combustible. Luego pasamos a la industria de la bebida con lubricantes para transporte de botellas y después de eso empezamos a producir “foam” el espumado para el lavado de pan de frigoríficos.
Un día, contando con un pequeño laboratorio y muchas ganas, nos llega de parte de Don Heber González, dueño de Colier y gran amigo, una muestra de un producto para estabilizar rutas. Él fue el visionario que confió y nos empujó a introducirnos en este mundo. Este hecho fue el disparador y lo que nos motivó a interiorizarnos sobre el mundo vial. En ese momento no sabíamos cómo hacerlo por lo que mi inquietud me llevó a viajar a Buenos Aires y contactarme con los mejores en hacer emulsiones asfálticas. Intentamos obtener la representación de Química Bonaerense, marca que no estaba explotada aquí en Uruguay.
En un comienzo importamos emulsiones y con estas hicimos las primeras obras por ejemplo las banquinas de la doble vía de ruta Interbalnearia en el año 1996, así como también el ruedo de la Rural del Prado, la Ruta 56 y un pedazo de Ruta 7. En un momento determinado se terminó la importación de Argentina por problemas de precio, por lo que decidimos traer el primer equipo de emulsionado al Uruguay y comenzamos a fabricar aquí las primeras emulsiones que por supuesto tienen gran diferencia con lo que son hoy.
A lo largo de estos años hemos viajado mucho, hemos aprendido de los mejores y por sobre todo de nuestras propias obras. Para mí la innovación es eso: una dinámica continua de pensamiento donde uno tiene que estar siempre varios pasos adelante proyectándose en qué es lo que nuestro cliente va a querer para direccionar el esfuerzo hacia allí y así poder cambiar destinos, porque el pensamiento innovador hace que se cambie el destino de las cosas, de la gente, de las formas.
Esta empresa es innovadora porque lo mamamos desde siempre y los 38 años que tenemos encima nos han permitido seguir progresando gracias a que inmersos en esa dinámica continua de innovación.
El haber pasado por tantos rubros nos hizo aprender mucho, y siempre en la búsqueda de algo novedoso.
Nos enorgullece haber contado siempre con un equipo de personas que se alinean y se contagian de nuestro espíritu. Gracias a ellos y a los clientes que confiaron en nosotros es que llegamos a donde llegamos.
Muchas gracias a todos y que sea por muchos años más.
Claudio Kröger, Director